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El Ministro de Relaciones Exteriores Jorge Arreaza Montserrat durante la apertura del 36° período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, en la Organización de Naciones Unidas en Ginebra el 11 de Septiembre de 2017. © 2017 Laurent Gillieron/Keystone via AP
Gracias, Sr. Presidente.

Agradecemos a la Alta Comisionada por haber brindado su contundente actualización oral. Confirma que la situación de los derechos humanos en Venezuela continúa siendo alarmante y que se siguen cometiendo graves abusos.

Es lamentable que la delegación de Venezuela haya empezado su respuesta de hoy rechazando una resolución del Consejo de Derechos Humanos y desestimando cualquier crítica de la situación de los derechos humanos en el país sugiriendo que están motivadas políticamente, o son un reflejo de dobles estándares y están basadas en mentiras y falsedades.

Para que la situación en cualquier país mejore, un primer paso indispensable es que el Estado en cuestión reconozca sus problemas de derechos humanos y se comprometa a abordarlos. En la declaración de Venezuela de hoy no hubo ningún reconocimiento de la responsabilidad de sus autoridades por ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, tortura o violación de los derechos a la salud, la alimentación o la educación. La declaración del Embajador de que “no hay crisis humanitaria en Venezuela” no tiene ninguna relación con la realidad.

Nos preocupa la falta de avances para que realicen visitas al país una amplia gama de relatores especiales de la ONU.

Aunque toda colaboración con la Oficina del ACNUDH es bienvenida, no constituye un fin en sí mismo. El éxito de la colaboración sólo puede medirse en términos de resultados y, en particular, qué pasos concretos ha dado Venezuela para implementar las recomendaciones incluidas en el informe de la Alta Comisionada, para poner fin a las violaciones de derechos humanos, promover derechos fundamentales y exigir que los responsables rindan cuentas por sus abusos.

La colaboración y la rendición de cuentas son complementarias, y no se excluyen entre sí. La rendición de cuentas es esencial para resolver la crisis en el país.

Apoyamos la reciente designación de los expertos que liderarán la investigación independiente realizada por la llamada “Misión de Determinación de los Hechos”. Venezuela decidió postularse para integrar el CDH y fue elegida por una estrecha mayoría. La pertenencia al consejo trae consigo obligaciones, y una de las más básicas es cooperar con los mecanismos del consejo. Si Venezuela se niega a cooperar con la Misión de Determinación de los Hechos, estará incumpliendo sus responsabilidades como miembro del consejo y deberá enfrentar las consecuencias.

Estaremos pendientes de nuevas actualizaciones e informes de la Alta Comisionada, entre otras cuestiones, sobre los avances en la creación de una oficina nacional, así como del grado de cooperación de Venezuela con la Misión de Determinación de los Hechos y los procedimientos especiales de la ONU, y de la implementación plena de las recomendaciones del informe de la Alta Comisionada, incluida la rendición de cuentas genuina.

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